El árbol que produce esta fruta posee características
similares al naranjo, es un poco más pequeño y con forma parecida a una esfera. Es una fruta que pertenece a la familia de los cítricos aunque se la conoce de manera popular con el nombre de mandarina.
Su pulpa se divide en número de gajos que contienen jugo con gran cantidad de vitamina C,
flavonoides y aceites esenciales, es una magnífica fuente de vitamina C, éste
antioxidante ayuda a prevenir el daño que
causan los radicales libres, así proporciona protección contra diversos tipos
de cáncer e infecciones.
Las mandarinas poseen gran
cantidad de agua y, brinda menos cantidad de azúcares y por ende menos calorías,
también contiene fibra y ésta se encuentra en la parte blanca entre la pulpa y
la corteza, su consumo beneficia el tránsito intestinal. Sobresale la vitamina
C, en menor cantidad que la naranja, algo que posee más que cualquier otro cítrico es el ácido fólico y la
provitamina A, además lleva cantidades destacables de ácido cítrico, potasio y
magnesio.
De una proporción menor se encuentran vitaminas del grupo B y
minerales como el calcio. Si se desea reducir el colesterol
de la sangre debes tomar en cuenta la cáscara de mandarina, ya que ahí se
concentra 20 veces más la cantidad de compuestos llamados flavonas
polimetoxilatados que en el jugo. Si lo consumes de manera cotidiana
te ayudará a prevenir el cáncer de hígado, debido a los efectos del óxido nítrico.
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