De colores que varían desde el negro, morado, rojizo y verde, la uva es una pequeña fruta de forma redonda y de sabor dulce que crece en forma de racimos. Es el fruto de la vid, y se considera una de las plantas más antiguas, su origen podría ser europeo o asiático.
Está compuesta por un 80% de agua y fibra. Posee múltiples beneficios para la salud porque es una gran fuente de vitaminas como el ácido fólico y B6; y minerales como el fósforo, potasio, calcio e hierro, que son importantes para prevenir enfermedades y estimular el desarrollo del sistema inmune. Las propiedades nutricionales varían de acuerdo al tipo de uva, sin embargo, todas son ricas en azúcares (fructosa y glucosa), por lo que aportan un valor energético mayor en comparación a otras frutas, haciéndola ideal para niños y deportistas. Tiene propiedades antioxidantes, más en la cáscara que en la pulpa, por lo que es muy recomendable comerla también. Además, como tiene característica de laxante, ayuda a combatir el estreñimiento.
Se considera un alimento completo e ideal para la dietas, porque es capaz de desintoxicar el organismo debido a su rápida fermentación.
Ayuda al embellecimiento de la piel y firmeza del cutis, porque tiene beneficios hidratantes y protectores.
Desde la antigüedad, la uva ha sido el principal componente para la elaboración del vino, el que se obtiene a partir de la fermentación del mosto de la fruta. Generalmente, se la utiliza para la fabricación de jugos. Además, de las uvas se obtienen las pasas, que son la fruta deshidratada, siendo mejores para la digestión. Así, se la puede comer fresca, en jugos, en vinos, mermeladas, en pasas acompañando al yogur, granola, etc...